Vandalismo contra radares de la DGT: Consecuencias legales y económicas

26/02/2025

La Dirección General de Tráfico (DGT) ha iniciado una investigación sobre la reciente vandalización de siete radares en carreteras convencionales de España a través de denuncias en las correspondientes unidades de la Guardia Civil. Este acto no solo compromete la seguridad vial, sino que también conlleva graves consecuencias legales y económicas para los responsables.

Los dispositivos dañados se encuentran distribuidos de la siguiente manera:

• 2 en la Comunidad de Madrid.
• 2 en Castilla-La Mancha.
• 2 en Castilla y León.
• 1 en la Comunidad Valenciana.

Este acto de vandalización de radares está tipificado como un delito de daños en el Código Penal español, específicamente en los artículos 263 a 267 en los que se recogen una serie de acciones que provocan un menoscabo en el valor patrimonial de la propiedad ajena y cuyo bien jurídico protegido es el patrimonio del Estado. Las consecuencias para los autores pueden ser severas:

• Pena de prisión: De 1 a 3años.
• Multa: De 12 a 24 meses.

Estas sanciones se aplican especialmente cuando el objetivo es impedir el ejercicio de la autoridad o como represalia contra acciones de las fuerzas del orden.

El daño causado a estos dispositivos de control de la velocidad tiene un alto costo para las arcas públicas. Según cálculos de la DGT el coste de cada punto de control es, en el caso de los radares fijos, de aproximadamente 67.000 euros y en el de los radares de tramo de unos 66.000 euros. En total, los siete radares vandalizados representan un perjuicio económico de casi 470.000 euros para la DGT.

Para prevenir futuros incidentes, la DGT ha implementado las siguientes medidas:

1. Mayor vigilancia por parte de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil.
2. Instalación de cámaras de vigilancia adicionales.
3. Conexión directa de los dispositivos con los Centros de Gestión de la DGT.

La vandalización de radares no solo es un delito grave, sino que también pone en riesgo la vida de todos los usuarios de las vías. Como conductores responsables, debemos rechazar estas acciones y promover una cultura de seguridad vial que beneficie a toda la sociedad.