12/02/2025
El uso de ráfagas de luces para alertar sobre la presencia policial en carreteras es una práctica común entre conductores españoles. Sin embargo, esta acción, considerada por muchos como un gesto de cortesía, está prohibida y puede conllevar sanciones significativas. Descubre las implicaciones legales y económicas de esta práctica.
La Dirección General de Tráfico (DGT) ha dejado claro que alertar a otros conductores sobre la presencia de controles policiales puede resultar en multas de hasta 200 euros. Esta sanción se fundamenta en el uso indebido de las luces del vehículo y en la potencial obstrucción de la labor policial.
El Reglamento General de Circulación establece claramente las circunstancias en las que se pueden utilizar las luces largas, excluyendo específicamente su uso para advertir sobre la presencia policial. Concretamente:
- Se prohíbe el uso de luces de largo alcance cuando el vehículo está parado o estacionado.
- No se permite el empleo alternativo de destellos de luz larga y corta con fines distintos a los previstos en el reglamento.
Las multas por esta infracción pueden variar según la interpretación del agente:
- Por infracción leve debido al uso incorrecto de las luces. Multa de hasta100 euros.
- En casos más graves, si se considera que se ha puesto en peligro la seguridad vial: multa de hasta 200 euros.
Es importante destacar que si las ráfagas provocan un deslumbramiento, la multa puede ascender a 200 euros, y si causan un accidente, la sanción podría llegar a los 500 euros.
Estas multas no llevan aparejada la retirada de puntos del carnet de conducir, pero pueden representar un problema si el conductor acumula varias infracciones.
Con el avance de la tecnología, muchos conductores han optado por utilizar aplicaciones móviles para mantenerse informados sobre incidencias en la carretera. Aunque estas aplicaciones son ampliamente utilizadas, es importante señalar que su uso para evitar controles policiales puede ser cuestionable desde el punto de vista legal y ético.